sábado, 17 de julio de 2010

UNA NOCHE DE TEATRO....EN BARCELONA


Palacio de la Musica catalana

Una noche de teatro…en Barcelona
Hace pocos días, estuve en una función en el Palacio de la Musica Catalana, que se halla ubicado en un edificio precioso con el estilo de Gaudi, en la ciudad de Barcelona.
El programa era un festival de guitarra,bulerías,flamenco y zarzuela, con un conjunto de primeras figuras, que se lucieron en forma extraordinaria.
La zarzuela es un subgénero de la Opereta, la opereta es una representación teatral que, a diferencia de la ópera, no es totalmente musical sino que alterna partes habladas y partes musicales. Para que una opereta pueda ser considerada zarzuela tiene que cumplir dos requisitos: que la acción se desarrolle en territorio español y que contenga algún número musical que se inspire en el folclore de alguna región española.El tenor y la soprano que participaron, nos brindaron dos pequeñas muestras, con gran maestria, haciendo vibrar el sonido dentro del recinto.
El género flamenco se fue configurando durante el siglo XIX, sobre el sustrato de la música y la danza tradicionales de Andalucía, cuyos orígenes son antiguos y diversos. Sin embargo el flamenco no es el folclore de Andalucía (compuesto por seguidillas, sevillanas, fandangos, verdiales, trovos, el chacarrá, el vito...) sino un género artístico fundamentalmente escénico. El flamenco, aunque está basado principalmente en el folclore andaluz, es un género tan estilizado y complejo que el andaluz medio, aún teniéndose como bien dotado para la música, es incapaz de interpretar correctamente. De hecho, en ningún momento de su historia el flamenco ha pasado de ser una música interpretada por minorías, con mayor o menor difusión. El surgimiento de los cantaores profesionales y la transformación de los cantos populares por parte de los gitanos, hicieron que su estilo se alejara considerablemente de las tonadas tradicionales. El flamenco somete a lo popular a una estilización tan grande que lo lleva hacia lo culto, pero sin perder su sabor popular.
Al participar en el espectáculo, no se puede dejar de sentir y arrastrarse por la vibración del taconeo, por los giros de la danza, por el rasguido de la guitarra, y por el cante jondo que acompaña.
Lo único malo fue de que antes del inicio del programa, pidieron no solo apagar los móviles, sino guardar las cámaras, por estar prohibido fotografiar… y yo (piola como siempre) pensé que iba a poder sacar, sin el flash… pero el problema fue que todo fue tan extraordinario, que me deje llevar por la música y su ambiente, y olvidarme del registro para terceros….
Despues de tantos aplausos del publico, los artistas hicieron un bis, y aquí si me anime a tomar algo…….